Te presentamos estas alternativas de becas universitarias a las que puedes recurrir si a tus hijos le deniegan la beca pública.
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Thu, 21 Feb 2019 09:45:00 +0100
21 de Febrero de 2019
En primer lugar, vamos a distinguir entre beca pública y beca privada. La gran problemática que encierra esta polémica está, precisamente, en que no es tan fácil, ni mucho menos, tal distinción. La lógica nos lleva a relacionar las becas públicas con entes públicos. Es decir, son tales las que establece y disciplina un organismo público. En cuanto a las becas privadas son todas aquellas que no sean públicas, siendo la distinción más característica la comentada: institucional, organicista, por el ente o entidad, de tal forma que si una empresa o entidad del sector privado es la que establece y otorga la beca, esta viene calificada de por sí como privada frente a aquellas otras procedentes del sector público.
En cualquier caso, si has pedido una beca y te ha llegado la notificación de que no te la dan, no la des por perdida. Puedes recurrir la beca y conseguir que te la admitan. Anímate a hacerlo si cumples con los requisitos o si no tienes muy claro que no los cumplas, si estás en el límite. Te la pueden haber denegado por un error administrativo.
Ante la burocracia solo hay que armarse de paciencia, muchas veces no se necesita más. Merece la pena recurrir si crees que tienes la razón de tu lado o incluso si no lo tienes muy claro. Y no solo si te la han denegado, también se puede recurrir si crees que la cuantía de la beca es inferior a la que te corresponde.
Estos son los pasos que debes dar a la hora de recurrir una beca:
Es lo primero que hay que hacer porque en los papeles de la beca es donde se detalla cómo recurrir. También a qué organismo debes dirigirte. Si es una ayuda pública, tendrás que dirigirte a la unidad de becas de tu universidad o a la Consejería de Educación de tu comunidad autónoma.
El siguiente paso es realizar el trámite para recurrir, que dependerá de si se ha cerrado la convocatoria:
Si se está dentro del plazo de la convocatoria, tienes que emitir un recurso de alegación. Lo más probable es que haya un formulario de alegaciones previsto. Este recurso administrativo es gratuito y lo resolverá la unidad de becas.
Si se ha pasado el plazo de la convocatoria, tendrás que poner un recurso de reposición. También es muy posible que esté publicado el formulario pertinente. Es, asimismo, un trámite gratuito. En este caso lo resolverá el Ministerio de Educación (si se trata de una beca pública).
De nuevo, lee la documentación con detenimiento. Asegúrate bien de cuándo finaliza el plazo de presentación y rellena con atención los datos personales.
Tendrás un apartado en el hayas de exponer qué ha sucedido. Que se te ha denegado tal beca o que la cuantía es inferior y que por este motivo pones el recurso. A veces este apartado viene redactado y solo tienes que seleccionar la opción que te corresponda.
A continuación, aparecerá el espacio para alegar, donde debes indicar los datos que pienses que no se han tenido en cuenta.
Después es el momento para detallar la documentación que aportas como prueba de lo que dices. Refleja el tipo de documento que incluyes (siempre una copia, no el original) y asígnale una referencia si son varios para facilitar la lectura.
No te olvides de firmarlo.
Si no te han funcionado las fórmulas anteriores, puedes recurrir a la vía judicial y poner un recurso contencioso-administrativo. La cuestión es que deberás pagar abogado y procurador.
Conviene que tengas la completa seguridad de que se trata de un error y que te merece la pena recurrirlo. El juez decidirá quién paga las costas y puede que no recuperes del todo el dinero invertido aún ganando el recurso.
En cualquier caso, si has pedido una beca y te ha llegado la notificación de que no te la dan, no la des por perdida. Puedes recurrir la beca y conseguir que te la admitan. Anímate a hacerlo si cumples con los requisitos o si no tienes muy claro que no los cumplas, si estás en el límite. Te la pueden haber denegado por un error administrativo.
Ante la burocracia solo hay que armarse de paciencia, muchas veces no se necesita más. Merece la pena recurrir si crees que tienes la razón de tu lado o incluso si no lo tienes muy claro. Y no solo si te la han denegado, también se puede recurrir si crees que la cuantía de la beca es inferior a la que te corresponde.
Estos son los pasos que debes dar a la hora de recurrir una beca:
1. Volver a leer bien la convocatoria
Es lo primero que hay que hacer porque en los papeles de la beca es donde se detalla cómo recurrir. También a qué organismo debes dirigirte. Si es una ayuda pública, tendrás que dirigirte a la unidad de becas de tu universidad o a la Consejería de Educación de tu comunidad autónoma.
2. ¿Qué trámite, una alegación o un recurso de reposición?
El siguiente paso es realizar el trámite para recurrir, que dependerá de si se ha cerrado la convocatoria:
Si se está dentro del plazo de la convocatoria, tienes que emitir un recurso de alegación. Lo más probable es que haya un formulario de alegaciones previsto. Este recurso administrativo es gratuito y lo resolverá la unidad de becas.
Si se ha pasado el plazo de la convocatoria, tendrás que poner un recurso de reposición. También es muy posible que esté publicado el formulario pertinente. Es, asimismo, un trámite gratuito. En este caso lo resolverá el Ministerio de Educación (si se trata de una beca pública).
3. A la hora de rellenar el formulario, ten en cuenta…
De nuevo, lee la documentación con detenimiento. Asegúrate bien de cuándo finaliza el plazo de presentación y rellena con atención los datos personales.
Tendrás un apartado en el hayas de exponer qué ha sucedido. Que se te ha denegado tal beca o que la cuantía es inferior y que por este motivo pones el recurso. A veces este apartado viene redactado y solo tienes que seleccionar la opción que te corresponda.
A continuación, aparecerá el espacio para alegar, donde debes indicar los datos que pienses que no se han tenido en cuenta.
Después es el momento para detallar la documentación que aportas como prueba de lo que dices. Refleja el tipo de documento que incluyes (siempre una copia, no el original) y asígnale una referencia si son varios para facilitar la lectura.
No te olvides de firmarlo.
4. El último cartucho al que recurrir
Si no te han funcionado las fórmulas anteriores, puedes recurrir a la vía judicial y poner un recurso contencioso-administrativo. La cuestión es que deberás pagar abogado y procurador.
Conviene que tengas la completa seguridad de que se trata de un error y que te merece la pena recurrirlo. El juez decidirá quién paga las costas y puede que no recuperes del todo el dinero invertido aún ganando el recurso.